Por el rescate de los principios del Programa del Médico y la Enfermera de la Familia

En Cuba, la voluntad política del gobierno revolucionario de resolver las problemáticas de salud, hizo posible que desde el Triunfo de la Revolución comenzaran las acciones para el aseguramiento de la salud de la población.1) En tal sentido fue un hito, que en 1984, por las ideas de Fidel Castro se creara el Modelo de Medicina Familiar.2

En sus inicios, la implementación del Modelo de Medicina Familiar contó con una infraestructura y recursos humanos suficientes para que el Médico y la Enfermera de la Familia se desempeñaran con éxito en la ejecución de acciones de promoción de salud, preventivas, diagnósticas y terapéuticas de las enfermedades y la rehabilitación del enfermo en su contexto familiar y social, sustentado en el trabajo intersectorial y comunitario.

En Guantánamo, los resultados de la labor de estos profesionales posibilitaron desde el nivel primario de atención a la salud, la solución de más del 70 % de los problemas de salud de la población, lo que redujo los gastos y potenció la calidad de la atención médica en el nivel secundario de atención.

Sin embargo, en el territorio, al igual que en resto del país, a lo largo de los años, se presentaron limitaciones socioeconómicas y organizacionales que atentan contra la eficiencia del Programa del Médico y la Enfermera de la Familia, por ejemplo: las deficiencias referidas a la monitorización de los procesos y los resultados de la actividad profesional, limitaciones materiales para el cumplimiento de los protocolos de actuación médica, insuficiente trabajo intersectorial y comunitario, entre otros, que se expresan en carencias en los modos de actuación dirigidos a las promoción de salud y la prevención de enfermedades.

Lo que se expresó en los párrafos anteriores presupone la necesidad de que los líderes de salud y el claustro de profesores intención en más en los estudiantes de medicina y en los médicos generales en formación, el desarrollo de valores como el compromiso social, la trascendencia y la flexibilidad profesional y que estos ponderen en su justa medida el trabajo comunitario, intersectorial y multidisciplinario en la identificación y solución de los problemas de salud y la influencia de los factores ambientales en la salud humana.

La satisfacción de la aspiración declarada en el párrafo anterior es decisiva en función del rescate de los principios fundacionales del Programa del Médico y la Enfermera de la Familia y para asegurar el enfrentamiento exitoso de la diversidad y complejidad de los problemas de salud prevalentes, las enfermedades emergentes y reemergentes, el envejecimiento poblacional y las insuficiencias en el Programa de Atención Materno Infantil, entre otros, desde un enfoque promocional y alcanzar los objetivos mundiales y nacionales de salud para todos con calidad.

Referencias bibliográficas
Historial:
  • » Recibido: 28/01/2020
  • » Aceptado: 13/02/2020
  • » Publicado : 03/03/2020




Copyright (c) 2020 Juan Carlos Rojas-Fernández, María Agustina Favier-Torres

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