En diciembre de 2019, en China se documentó una nueva enfermedad infectocontagiosa respiratoria, causada por un virus que se denominó severe acute respiratory syndrome coronavirus-2 (SARS-CoV-2), que produce un síndrome respiratorio llamado coronavirus infectious disease-19 (COVID-19), infección que por su incidencia mundial la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 11 de marzo de 2020 declaró como una pandemia.¹

Las personas de todas las edades son susceptibles a la COVID-19; la tasa de contagio infantil es similar a la de los adultos jóvenes, pero ha mostrado una baja incidencia y mortalidad en los pacientes pediátricos^2,3) y, hasta la fecha, en la etapa neonatal hay pocos casos de recién nacidos diagnosticados con esta infección, los que han tenido una evolución satisfactoria.

Se identifican diferentes vías de transmisión del virus, pero la esencial es mediante la inhalación de las gotas de Flügger, cuando el individuo infectado tose o estornuda.; estas también pueden depositarse en la superficie de los objetos que pueden tocarse con la mano, y el virus puede pasar de la mano contaminada a la mucosa de la boca, la nariz y los ojos, y provocar el contagio. Han sido descritas otras vías, como lágrimas, secreciones oculares y la transmisión fecal-oral.⁴

Existen controversias sobre la transmisión del virus de la madre al feto, aunque hasta la fecha, no ha sido descrita la vía transplacentaria al feto en mujeres gestantes infectadas en el último trimestre, ni se ha identificado la presencia del virus en muestras analizadas procedentes del líquido amniótico, sangre del cordón umbilical o leche materna.^4,5

Aunque también se revela la preocupación sobre la lactancia materna en el contexto de la pandemia, en las guías neonatales se recomienda que en los hijos de madres con sospecha por COVID-19 confirmada inicien la LM durante la primera hora de vida, aplicando las medidas de bioseguridad necesarias para prevenir el contagio madre-hijo, pues los beneficios del amamantamiento superan cualquier riesgo potencial de transmisión del virus.⁵

Ante las evidencias actuales los médicos generales, pediatras y todo el personal de la salud deben promover que en la época de la pandemia las madres lacten a sus hijos dado los beneficios de la lactancia materna para ella y su hijo.