ric15950316

ISSN 1028-9933

Rev Inf Cient. 2016; 95(3):497-507


REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

 

 

El pensamiento de Fidel Castro Ruz acerca de la salud pública en la formación de los estudiantes de las Ciencias Médicas

 

The thought of Fidel Castro Ruz about public health in the training of students of Medical Sciences

 

Magali Sánchez Turcáz, María Nistal Sánchez, Mireya Vidal Cisneros, Eurípides Lescaille Hernández

Universidad de Ciencias Médicas. Guantánamo. Cuba


 

RESUMEN

El pensamiento y la acción de Fidel Castro Ruz fueron decisivos en los grandes cambios que se produjeron en el Sistema Nacional de Salud después del triunfo de la Revolución. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados, aún no se aprovechan todas las potencialidades que ofrecen sus ideas para la formación integral de los estudiantes de las Ciencias Médicas. El presente artículo permitió abordar algunas reflexiones de Fidel Castro acerca de la salud pública, donde se destacan aspectos que, a consideración de los autores, son importantes en dicha formación, en correspondencia con las exigencias de las transformaciones actuales y para que nuestro Sistema Nacional de Salud, gratuito e internacionalista, continúe trabajando para lograr servicios de excelencia. Para la realización de este trabajo fueron consultadas varias bibliografías, especialmente algunos discursos de Fidel donde aborda el tema.

Palabras clave: Fidel, pensamiento, salud, formación


 

ABSTRACT

The thought and action of Fidel Castro Ruz were instrumental in the great changes that occurred in the National Health System after the triumph of the Revolution. However, despite the efforts made, even all the potential offered their ideas for comprehensive training of students of Medical Sciences are not used. This article allowed to address some reflections of Fidel Castro about public health, highlighting aspects that, in consideration of the authors, are important in this training, in accordance with the requirements of current changes and that our National health, free and internationalist, continue working to achieve service excellence. To
carry out this work were consulted several bibliographies, especially some speeches of Fidel which addresses the issue.

Keywords: Fidel, thinking, health, training


 

INTRODUCCIÓN

El acontecer político-social de finales del siglo XX y principios del siglo XXI se ha caracterizado por grandes y complejos cambios. La aplicación de una política neoliberal, impuesta por los centros de poder mundial a la mayoría de las naciones, ha convertido la atención médica en un lucrativo negocio que comercializa el más elemental de los derechos humanos: la salud. Esta situación es prueba fehaciente de la crisis de espiritualidad, humanismo y ética por la que atraviesa el sistema de relaciones sociales que impera desde hace cinco siglos: el capitalismo.

Ante estos desafíos existe el reto de formar bien a las nuevas generaciones de profesionales de la salud con sólidos conocimientos y habilidades relacionadas con su profesión y que además estén preparados para participar de forma activa y comprometida en las profundas transformaciones de la sociedad, en el contexto de la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y de la lucha ideológica que se lleva a cabo hoy en Cuba.

Es por eso que entre los objetivos del Sistema Nacional de Salud cubano está la formación de profesionales, caracterizados por valores como: incondicionalidad a la Revolución, patriotismo, internacionalismo, solidaridad, humildad, vocación de servicio, amor a la profesión, al ser humano, al estudio y a la superación constante.1

El estudio del pensamiento de Fidel Castro acerca de la salud pública es una opción viable para el logro de tales objetivos. Sus ideas se sustentan en la ética y la justicia social y constituyen una fuente inagotable de conocimientos indispensables para comprender los procesos y fenómenos de la realidad y para la formación del hombre nuevo que la humanidad tanto necesita.

El pensamiento y la acción de Fidel fueron decisivos en los grandes cambios que se produjeron en el Sistema Nacional de Salud después del triunfo de la Revolución.

En el presente trabajo se abordan algunas ideas de Fidel Castro acerca de la salud pública, donde se destacan aspectos como las cualidades y los valores éticos y humanos que deben caracterizar a los profesionales del sector, sus ideas sobre el diseño de la Medicina General Integral como una especialidad médica, su concepción estratégica con relación al Programa del Médico y la Enfermera de la Familia y la colaboración médica internacionalista como principio de la sociedad socialista.

 

DESARROLLO

Los antecedentes del pensamiento de Fidel Castro acerca de la Salud Pública cubana se encuentran en su alegato de autodefensa La Historia me Absolverá, en el cual analiza la grave situación política y socioeconómica que vive la nación.

En cuanto a la salud pública señala: …"El noventa por ciento de los niños del campo está devorado por parásitos que se les filtran desde la tierra por las uñas de los pies descalzos. La sociedad se conmueve ante la noticia del secuestro o el asesinato de una criatura, pero permanece criminalmente indiferente ante el asesinato en masa que se comete con tantos miles y miles de niños que mueren todos los años por falta de recursos. Y cuando un padre de familia trabaja cuatro meses al año, ¿con qué puede comprar ropas y medicinas a sus hijos? Crecerán raquíticos, a los treinta años no tendrán una pieza sana en la boca. El acceso a los hospitales del Estado, siempre repletos, sólo es posible mediante la recomendación de un magnate político que le exigirá al desdichado su voto y el de toda su familia para que Cuba siga siempre igual o peor".2

En dicho documento Fidel refiere además, que la mortalidad infantil era superior a 60 niños fallecidos por cada mil nacidos vivos; la esperanza de vida no rebasaba los 55 años de edad; un médico por cada mil habitantes, pero concentrados en la capital.

En la Sierra Maestra, en plena lucha de liberación nacional, en horas de descanso, cuando conversaba con sus compañeros de sus proyecciones futuras después que triunfara la Revolución, refería:

"…Hay mucho que hacer. Después del triunfo será mayor el trabajo a realizar. No podemos defraudar la confianza que el pueblo de Cuba ha puesto en nosotros. Hay que establece… medidas a fondo para darle más bienestar y salud al pueblo. No hay que esperar que las enfermedades lleguen con su amenaza tétrica, hay que prevenirlas, hay que evitarlas. Desde ahora hay que ir elaborando los planes sanitarios…"3

Reflexionar en torno a un tema tan sensible y humano permite valorar el alcance de la obra transformadora de la Revolución en la esfera de la salud.

Una mirada a la situación de la salud pública imperante al triunfo de la Revolución muestra un cuadro sanitario caracterizado por tétanos, difteria, sarampión, tosferina, poliomielitis, tuberculosis, tifus y otras enfermedades. Las primeras causas de muerte infantil eran la gastroenteritis y las enfermedades respiratorias. El país contaba con unos 6 000 médicos, concentrados fundamentalmente en la capital y cabeceras de provincias y solo 1 400 de ellos trabajaban en instituciones del Estado. Alentados por el gobierno de los Estados Unidos, la mitad del total de dichos médicos se marcharon al exterior, quedándose sólo unos 3 000 en Cuba.4

Para enfrentar esta situación era necesaria la formación de profesionales de la salud, asunto al que Fidel presta especial atención.

En el discurso de Inauguración del ICBP "Victoria de Girón", octubre de 1962, señala:

"Con vistas al futuro, la única, la verdadera, la definitiva solución, es la formación masiva de médicos. Y la Revolución tiene hoy fuerzas, tiene recursos, tiene organización y tiene hombres-¡hombres!, que es lo más importante- para comenzar un plan de formación de médicos en las cantidades que sean necesarias. Y no solo muchos, sino sobre todo buenos; y no solo buenos como médicos, ¡sino buenos como hombres y como mujeres, como patriotas y como revolucionarios!".5

En el propio discurso Fidel comenta algunas de las acciones para garantizar la formación de los profesionales que necesitaba el país.

La formación masiva de médicos era una necesidad, pero esta debía hacerse con la mayor calidad. Sobre las cualidades que deben caracterizar a los jóvenes que ingresan a las escuelas de medicina, en el acto de constitución del Destacamento de Ciencias Médicas "Carlos J. Finlay". 1982, expresa:

"[…] para estudiar medicina se requiere realmente vocación, voluntad de estudio, preferencia de la medicina sobre cualquier otra carrera… para ser médico se requiere una sensibilidad exquisita, una gran calidad humana, gran capacidad intelectual y una moral a toda prueba…¿Qué médicos debemos formar? Médicos de altísima calidad, calidad científica, calidad política, calidad moral y calidad humana…".6

Insiste en los valores éticos y humanos que deben caracterizar al profesional de la salud en el Claustro Extraordinario de Profesores del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana en1982, cuando dice:

"En el médico necesitamos tres cosas: la calidad humana, la calidad intelectual y la calidad político-moral indispensable. Hay que crearle una especial conciencia, hay que crearle una especial moral a este estudiante de medicina."7

En cuanto a la responsabilidad con que debían asumir el estudio, los métodos de evaluación y el rigor que debe primar en la selección de los estudiantes que cursarán la carrera de Medicina, en el Encuentro Nacional de Estudiantes de Ciencias Médicas en mayo de 1984 reflexiona:

"[…] No concibo un estudiante de medicina finalista, que se conforme con estudiar al final, no lo concibo. Qué confianza, qué seguridad puede tenerse cuando va a atender a un ciudadano, a los hijos, a los padres, a los hermanos; qué confianza puede tenerse en aquel que le falta la voluntad de estudiar, teniendo una misión tan importante, tan vital, tan sagrada.

Y sobre los métodos de evaluación, tenemos que trabajar para que ese joven se vea obligado a estudiar todo el año. Debemos realizar una lucha sin cuartel contra el conformismo con relación a ese estudiante que se resigne a la mediocre nota de un tres.

Por lo tanto, la idea de que necesitamos médicos, y muchos médicos, no debe en lo más mínimo menoscabar el principio del rigor[…] Capacidades tenemos y estamos creando bastantes, suficientes, más que suficientes, para ingresar los que sean necesarios; pero no abandonar, bajo ningún concepto, el principio del rigor, y no descuidar en lo más mínimo la selección."8

En el Claustro Nacional de Ciencias Médicas, en 1983, Fidel insiste en el diseño de la Medicina General Integral como una especialidad médica, constituyendo un aporte de la salud pública cubana. Considera que la Medicina General Integral como especialidad, es el eje del perfeccionamiento del sistema nacional de salud, el profesional ideal para la colaboración médica internacionalista.

"Porque yo sigo insistiendo en la idea… de convertir la medicina general en una especialidad… se está trabajando ya en definir los perfiles de esta carrera. […]

Esto entraña la idea de que en un futuro todos los médicos tengan también categoría de especialista… con este tipo de médico no tendríamos el limitante del número, puesto que es el médico que se puede necesitar en cualquier lugar; para la cooperación internacional es el tipo de médico ideal… Si ustedes van a apoyar cualquier país subdesarrollado, lógicamente tiene que mandar a algunos especialistas…; pero sobre todo lo que necesitan son esos médicos generales, que nosotros aspiramos que tengan un alto nivel."9

En la Asamblea Nacional del Poder Popular en el IV Período Ordinario de Sesiones, en julio de 1983 reflexiona sobre la importancia de esta especialidad.

"… afortunadamente, habrá una especialidad de gran valor, de gran importancia, de gran prestigio, que podremos hacerla masiva, porque es el tipo de médico que se necesita en casi todas partes que es el médico general integral. Una de las ideas que se desarrolló, relacionada con esta revolución en la medicina, fue la del Especialista en Medicina General Integral. Porque hoy llamamos médico general a aquel que no estudió nada más y que se diferencia del especialista. Claro que existe el internista, pero bueno, si usted va a mandar a un médico a un centro de trabajo, si usted va a mandar a un médico a una comunidad rural campesina, qué médico manda, manda a un anestesiólogo, manda a un cirujano, donde no tiene ningún lugar donde operar, manda a un radiólogo, ¡ no!, tiene que mandar a un especialista en Medicina General Integral; que conoce de obstetricia, de ginecología, de pediatría, de higiene, de psiquiatría. Y por lo que veo, va a tener que aprender un poco también de estomatología, su poquito también."10

Es preciso destacar que la Medicina General Integral cubana no es un modelo completo y acabado, concebirlo así es negarle sus características dinámicas y dialécticas y sus posibilidades de perfección. Con él se aspira a ver cada vez menos personas, familias y comunidades con problemas de salud, convencidos que esta sanidad es una necesidad individual y comunitaria.

La concepción estratégica de nuestro Comandante en Jefe con relación al Programa del Médico y la Enfermera de la Familia constituye otro de sus aportes, desde su concepción hasta su implementación, teniendo en cuenta, que el mismo forma parte de la estrategia de desarrollo esencial para la necesaria transformación y perfeccionamiento del sistema nacional de salud cubano. En este sentido, señala:

"….Estos médicos de familia tienen un código especial, un código ético especial y riguroso, ¿por qué? Por el acceso que tienen a la familia, por la confianza que la familia les brinda, al extremo que, incluso, van a necesitar conocimientos de psicología y psiquiatría también. En cierta forma muchas familias les piden consejos sobre problemas y se convierten realmente en un profesional de gran influencia, de un gran prestigio, y de un gran aporte al bienestar y a la salud del pueblo. En esa tarea los médicos de familia van a jugar un papel fundamental…."11

El programa del médico y la enfermera de la familia significó, además, acercar la atención médica a las comunidades más intrincadas. En el año 1985 la construcción de los consultorios del Médico de la Familia se desarrolla con gran celeridad, en la provincia Ciudad de La Habana se construyeron 615 en un año y en la de Guantánamo 173, de los cuales 147 fueron edificados en las montañas.12

En este sentido en el Acto de Graduación del Primer Contingente Carlos J. Finlay, en septiembre de 1988, Fidel expone:

"No existe en ningún área rural del mundo, ni siquiera en las áreas rurales de los países capitalistas más ricos y desarrollados una cobertura como esa para la atención primaria de la población, ni en los países capitalistas industrializados... Contamos con regiones montañosas enteras con médicos de familia. Es un avance considerable y una verdadera revolución en la asistencia primaria. Cuanto médico viene a Cuba suspira porque en su país un día puedan hacer lo mismo."13

La atención primaria de salud tiene su máxima expresión en el médico de la familia, modelo novedoso, pionero y de avanzada en la atención de salud que se brinda a la población; reconocido por Fidel en la Tercera Graduación del Contingente del Instituto Superior de Ciencias Médicas de la Habana, en agosto de 1990.

"Es una revolución lo del médico de familia y tenemos el privilegio de ser el único país en el mundo que ha establecido este programa. Es una revolución extraordinaria que nada ni nadie podrá detener, porque aun en período especial seguiríamos graduando médicos y estableciendo médicos de familia y si por alguna razón no podemos hacer vivienda, seguirán dando consulta en un garaje o en una sala."14

La colaboración internacionalista es un principio de la Revolución Socialista cubana. Es la materialización de la solidaridad en su más profundo concepto. En el año 1960 Cuba ofrecía su primera ayuda médica internacional al enviar una brigada médica a Chile, después del terremoto que azotó a ese país. En 1963 comienza con carácter organizado y sistemático, con el envío de la primera Brigada Médica Cubana a la Republica de Argelia. En esta misma etapa se presta ayuda internacionalista a Viet Nam -1963, Mali -1965, Congo- 1966, Guinea -1967.

A fines de 1962, en el acto inaugural de la Facultad de Ciencias Básicas y Preclínicas "Victoria de Girón", el Comandante en Jefe anunció al pueblo de Cuba la decisión del gobierno revolucionario de brindar ayuda médica internacional en el campo de la salud.

"(…) Y por eso nosotros, conversando hoy con los estudiantes, les planteábamos que hacen falta 50 médicos voluntarios. Y estamos seguros de que esos voluntarios no faltarán. Cincuenta nada más. Estamos seguros de que se van a ofrecer más, como expresión del espíritu de solidaridad de nuestro pueblo con un pueblo amigo que está peor que nosotros. Hoy podemos mandar 50; dentro de 8 ó 10 años no se sabe cuántos, y a nuestros pueblos hermanos podremos darles ayuda. Porque cada año que pase tendremos más médicos, y cada año que pase más estudiantes ingresarán en la Escuela de Medicina; porque la Revolución tiene derecho a recoger lo que siembra, y tiene derecho a recoger los frutos que ha sembrado.

Hoy tenemos médicos que van a Viet Nam, a Kampuchea, a Laos, a Yemen, a Etiopía, a Mozambique, a Angola, a Sao Tomé, al Congo, a Guinea Bissau, que van a Guyana, que van a Granada, que van a Nicaragua, que van a cualquier parte. Y es realmente un orgullo para cualquier pueblo decir que puede contar con esos hombres y esas mujeres convencidos de que nuestra patria se convertirá en una verdadera potencia médica al servicio de nuestro pueblo y al servicio de la humanidad."15

Cuba extiende su colaboración desinteresada a numerosos países africanos, latinoamericanos y caribeños, principalmente en una esfera social tan sensible como la salud pública.

En conversación con Ignacio Ramonet Fidel dejó claro el papel al cual está llamada Cuba para la protección de la salud en cualquier parte del mundo, a partir de la formación con calidad de recursos humanos, cuando precisó:

"Estamos luchando por crear el mejor capital médico del mundo. Y no solo para nosotros, sino para los pueblos de América Latina, y otros pueblos del mundo."16

En el Acto en la Escuela Latinoamericana de Medicina, en diciembre de 2002, refiere:

"Somos un país pequeño, pero este país pequeño ha podido demostrar cuánto se puede cuando se quiere, cuánto se puede si los recursos humanos de cualquier país son bien utilizados. … hoy este pequeño país es indispensable si se quieren librar verdaderas batallas contra enfermedades que amenazan con la desaparición de naciones enteras o, incluso, regiones enteras de determinados continentes…

Lo importante que debe aportar esta escuela, es el ejemplo de lo que debe y puede ser un médico educado en principios humanitarios. Hay que tener verdadera confianza en la capacidad del ser humano para saber que puede prevalecer por encima de todas aquellas tentaciones y comodidades, para saber que puede ser educado en principios verdaderamente humanos y no corrompido por las sociedades de consumo."17

 

CONCLUSIONES

La creación y perfeccionamiento de la salud pública revolucionaria cubana es expresión de una real y concreta voluntad política de la más alta dirección del país, en especial de Fidel Castro Ruz.

El pensamiento y accionar de Fidel Castro Ruz sobre la salud pública cubana siempre han estado vinculados a la garantía de la salud para todo el pueblo, la accesibilidad a todos los servicios de salud con calidad, la formación y desarrollo de su capital humano y la cooperación y ayuda solidaria internacionalista.

Sus ideas constituyen aportes al desarrollo y perfeccionamiento del Sistema Nacional de Salud.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Cuba. Ministerio de Salud Pública. Objetivos Generales de la disciplina. En: Programa de la Disciplina de Historia de Cuba. La Habana; 2010. p 4-5.

2. Castro Ruz F. La Historia me Absolverá. En: Garófalo Fernández N, Enríquez O´Farril. Talleres de Historia de Cuba. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2007. p. 48-49.

3. Martínez Páez J. Médicos en la Sierra Maestra. En: Rojas Ochoa F. Fundamentos Políticos Ideológicos de la Salud Pública Revolucionaria Cubana. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2009. P.1-4.

4. Cantón Navarro JC, Silva León A. La salud pública. En: Historia de Cuba 1959-1999. Liberación nacional y socialismo. La Habana: Editorial Pueblo y Educación; 2010. p.125.

5. Castro Ruz F. Discurso pronunciado en la inauguración del ICBP "Victoria de Girón", 17 de Octubre 1962 [Internet] [citado 10 Oct 2006]. Disponible en: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos

6. Castro Ruz F. Reunión para constituir el I Contingente del Destacamento de Ciencias Médicas "Carlos J. Finlay", 6 de enero 1982 [Internet] [citado 10 Oct 2006]. Disponible en: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos

7. Castro Ruz F. Discurso pronunciado en el Claustro Extraordinario de Profesores de Ciencias Médicas de La Habana, 11 de junio 1982. La Habana: Editora Política; 1982. P.3-6.

8. Castro Ruz F. Discurso de conclusiones del Encuentro Nacional de Estudiantes de Ciencias Médicas, 5 de mayo 1984 [Internet [citado 20 Mar 2002]. Disponible en: http://www.cuba.cu/
gobierno/discursos .

9. Castro Ruz F. Clausura del Claustro Nacional de Ciencias Médicas [Internet]. 1983 16 abril [citado 20 Mar 2002]. Disponible en: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos .

10.Castro Ruz F. Intervención en la Asamblea Nacional del Poder Popular en el IV Período Ordinario de Sesiones, en julio de 1983. [Internet] [citado 20 Mar 2002]. Disponible en: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos .

11.Ramos Rodríguez AO. Papel del médico y la enfermera de la familia en la actual batalla de ideas. En: Portuondo Pajòn MI, Ramírez García R. Historia de Cuba 1492-2005. Selección de artículos y documentos. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2009. p. 235-236.

12.Portuondo Pajòn M, Ramírez García R. La atención médica primaria en Cuba y el modelo del médico de la familia. En: Historia de Cuba 1492-2005. Selección de artículos y documentos. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2009. P.200-222.

13.Castro Ruz F. Discurso en el Acto de Graduación del Primer Contingente Carlos J. Finlay. [Internet]. 1988 Sept [citado 10 Oct 2006]. Disponible en: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos

14.Castro Ruz F. Discurso en la Tercera Graduación del Contingente del Instituto Superior de Ciencias Médicas de la Habana. [Internet]. 1990 ago [citado 10 Oct 2006]. Disponible en: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos

15.Castro Ruz F. Discurso pronunciado en la inauguración de la Facultad de Ciencias Básicas y Preclínicas "Victoria de Girón", 1962 [Internet] [citado 10 Oct 2006]. Disponible en: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos

16.Ramonet I. Cuba Hoy. En: Cien horas con Fidel. Conversaciones con Ignacio Ramonet. La Habana: Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado; 2006.p. 602

17.Garófalo Fernández N. Enríquez O´Farril Z. Proyecto ELAM y la medicina cubana. En: Talleres de Historia de Cuba. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2007. p.102

 

 

Recibido: 22 de abril de 2016

Aprobado: 30 de abril de 2016

 

 

Lic. Magali Sánchez Turcáz. Facultad de Ciencias Médicas Guantánamo. Cuba. Email:msachezt@unimed.gtm.sld.cu



Copyright (c) 1969 Magali Sánchez Turcaz, María Nistal Sánchez, Mireya Vidal Cisneros, Eurípides Lescaille Hernández

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